Omega DHA durante el embarazo, ¿Necesidad o Moda?

Los omega-3 son conocidos por traer beneficios cardiovasculares, como tratamiento para el colesterol alto. Durante el embarazo y la lactancia nos interesa uno de ellos, el DHA (ácido docosahexaenoico). A pesar de que el organismo lo puede sintetizar, lo hace poco eficiente, por lo que es necesaria su obtención mediante la inclusión en  la dieta o complementos alimenticios.

El omega DHA durante el embarazo

Las necesidades de DHA en el embarazo aumenta debido a las demandas adicionales del feto y de la placenta. El ácido docosahexaenoico facilita un buen desarrollo de la gestación mediante un efecto protector sobre la placenta, que disminuye el riesgo de preeclampsia, y favorece la consecución de un embarazo a término y de un peso correcto del recién nacido.

Ya en 1985, un estudio observacional establecía la relación positiva entre el consumo de aceite de pescado durante el embarazo y el peso de los neonatos. El consumo de DHA se ha relacionado, además, con una disminución del riesgo de depresión postparto.

DHA en el desarrollo infantil y capacidades cognitivas

Una ingesta adecuada de DHA tiene una influencia directa sobre el desarrollo cerebral y las futuras capacidades cognitivas del niño, como expresión verbal, capacidad motora y memoria, así como sobre las funciones visuales del recién nacido.

El feto necesita DHA durante todo el embarazo, principalmente en el tercer trimestre, cuando el desarrollo neuronal, ocular y del sistema nervioso es más importante, y durante el período de lactancia. Esto se entiende porque el DHA está presente en la membrana de todas las células, pero especialmente en las cerebrales y de la retina, representando hasta un 40% y 60%,respectivamente, de estos ácidos grasos omega-3 presentes en ellas. De hecho, el tejido visual deriva del sistema nervioso y ambos poseen gran capacidad para captar DHA que atiende a una elevada necesidad por este nutriente. La presencia del ácido docosahexaenoico es fundamental para que estas membranas funcionen correctamente, permitiendo mayor flexibilidad y un flujo e intercambio adecuado de sustancias a través de ella.

Además, es en el tercer trimestre de la gestación cuando se produce una maduración rápida de los fotoreceptores de la retina, y el DHA es imprescindible para su supervivencia, evitando su muerte anticipada. Es también importante para su función, ya que es necesario para la correcta actividad de la rodopsina, proteína implicada en la visión y ubicada en estos fotorecepotres, que conlleva a un incremento de la sensibilidad a la luz, y por tanto a una correcta agudeza visual.

¿Cuáles son los alimentos con alto contenido en DHA?

Hay una amplia variedad de alimentos que lo contienen, no solo el pescado azul como muchos creemos, incluso hay frutas y verduras que lo contienen, aquí una lista de algunos de ellos.

  • Pescado azul
    • Atún
    • Salmón
    • Caballa
    • Sardina
    • Arenque
  • Mariscos
    • Langosta
    • Cangrejo
  • Aceite de hígado de bacalao
  • Algas
  • Frutos secos
    • Nuez
    • Almendras
  • Huevo
  • Semillas
    • Chía
    • Lino
    • Cáñamo
  • Vegetales y frutas:
    • Lechuga
    • Coles de bruselas
    • Fresas
    • Melón
    • Kiwi.

 

 

 

¿PUEDO CARGAR A MI BEBÉ DURANTE EL EMBARAZO?

¿Puedo cargar a mi bebé o cosas pesadas durante el embarazo?

La respuesta es un tanto relativa, ya que depende de tus hábitos, por lo tanto, si previo a tu embarazo ya mantenías una rutina de ejercicios o cargabas a tu bebé, tus músculos ya están fortalecidos para recibir cierto peso. De modo que si tu embarazo va totalmente saludable, y estás acostumbrada a hacer ejercicio lo puedes seguir haciendo sin extralimitarte.

Al contrario de las mujeres que al embarazarse no tenían una rutina previa o no están acostumbradas a levantar cierto peso, y/o llevan un embarazo complicado, con alguna patología que pudiera ocasionarle un sangrado, de ninguna manera es recomendable realizar ejercicios o situaciones que pongan en riesgo su salud ni la de el bebé.

Si es tu caso y llevas un embarazo de alto riesgo, lo más recomendable es atender a todas las indicaciones de tu médico ginecólogo que de la mano de un Médico Materno Fetal puedan llevar a término tu embarazo en las mejores condiciones para ti y tu bebé.

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VITAMINAS PRENATALES

Las vitaminas prenatales están diseñadas para cumplir con los requisitos diarios de minerales y vitaminas (micronutrientes) de la mayoría de las mujeres embarazadas. Sin embargo, a excepción del ácido fólico y posiblemente la vitamina D y el hierro, se desconoce si cumplir con las dietas recomendadas mejora los resultados o si no cumplir con estas los empeora. Además, en las mujeres con dietas bien balanceadas y nutritivas que cumplen las raciones recomendadas, es probable que los suplementos no sean necesarios. Si se requieren, no se conoce una formulación que sea la mejor, por lo que un multivitamínico simple, como es el caso de las vitaminas de venta libre, normalmente será suficiente.
Un análisis Cochrane de estudios aleatorios en países de ingresos bajos y medios, donde las deficiencias de micronutrientes son comunes, encontró que la suplementación con micronutrientes redujo el riesgo de bajo peso al nacer y recién nacidos pequeños para la edad gestacional, pero no hubo otras diferencias en los resultados maternos o neonatales.1 Estos estudios probablemente no sean generalizables a países de mayores ingresos. Por esta razón, las autoridades de salud en el Reino Unido no recomiendan la administración de suplementos aparte del ácido fólico en el primer trimestre y la vitamina D durante todo el embarazo.
La deficiencia de ácido fólico se asocia a defectos del tubo neural fetal, por lo que a las mujeres que no consumen al menos 400–800 microgramos de ácido fólico diariamente se les debe recomendar tomar suplementos de ácido fólico desde antes de la gestación hasta el final del primer trimestre.2 Las mujeres con antecedentes de defectos del tubo neural fetal deben tomar 4,000 microgramos (4 mg) al día.2
Se aconseja la administración de suplementos de hierro como resultado del riesgo de anemia materna en el momento del parto.3 Sin embargo, si el hierro en la dieta es adecuado (30 mg/día) y la detección de anemia es parte del examen prenatal de rutina (que generalmente se realiza en los Estados Unidos), no se conoce ningún beneficio de los suplementos de hierro en ausencia de anemia.
La deficiencia de vitamina D se asocia a varios resultados adversos, como el parto pretérmino y la preeclampsia, pero actualmente se desconoce si la administración de esta vitamina de forma complementaria mejora los resultados.4-6 La Academia Nacional de Medicina (anteriormente conocida como Instituto de Medicina) recomienda que todas las mujeres menores de 70 años consuman 600 unidades internacionales de vitamina D al día y recomienda lo mismo para las mujeres embarazadas.5 Actualmente, ACOG no recomienda la detección de rutina para la deficiencia de vitamina D, ni la suplementación más allá de la dosis en una vitamina prenatal estándar (generalmente 200–600 unidades internacionales).6
La cantidad diaria recomendada de calcio para mujeres entre 19 y 50 años es de 1,000 mg/d, incluso durante el embarazo.5 Se ha mostrado que en las mujeres con bajo consumo de calcio, los suplementos de calcio reducen la incidencia de trastornos hipertensivos en el embarazo,7 pero no la incidencia de otros resultados adversos.8 Por esta razón, las mujeres deben asegurarse de consumir al menos 1,000 mg de calcio por día a través de la dieta o suplementos. La mayoría de las multivitaminas y las vitaminas prenatales tienen sólo aproximadamente 200–300 mg de calcio.
The American College of Obstetricians and Gynecologists